Tuesday, March 08, 2005

¡Bienvenido!

Bienvenido a "En algún lugar del Mañana...", un espacio para la elucubración estructurada sobre el futuro de la humanidad en todas sus facetas, desde tecnología, pasando por religión hasta los cimientos de la familia. Periódicamente expondré un ensayo corto sobre algún tópico salido de los más profundo de mi atormentada imaginación y -con suerte- tú, lector, podrás discutir, enriquecer, rebatir y proponer tus propias ideas sobre el tema.
Nuevamente ¡Bienvenido!

Sunday, March 06, 2005

I - Las interfaces hombre-máquina

[Aún no terminado]

CYPHER: You know, I know that this steak doesn't exist.
I know when I put it in my mouth, the Matrix is telling my brain that it is juicy and delicious. After nine years, do you know what I've realized? Ignorance is bliss.

Hace años –quizá unos diez o más- tenía un grandioso grupo de amigos con quienes solía conversar de los temas más diversos y absurdos. Aquellas deliciosas tertulias solíamos llamarlas “Champiñonadas”, a decir verdad no recuerdo el porque exacto, creo que tenía que ver con la sensación de consumir hongos alucinógenos que generaban aquellas largas divagancias –esta palabra no existe, pero me gusta cómo suena- por los senderos tortuosos de lo inimaginable.

Dada mi filiación tecnológica, algunos de los temas recurrentes giraban justamente alrededor de la tecnología, no necesariamente tecnologías de la información y es alrededor de este tema que gira la viñeta de hoy, las interfaces entre el hombre y la máquina, y aquí cabe hacer una acotación, cuando escribo “máquina” me refiero a cualquier máquina, no necesariamente una computadora, sino entidades de mayor o menor complejidad con un objetivo definido, La Real Academia muestra las siguientes tres acepciones:

  1. f. Artificio para aprovechar, dirigir o regular la acción de una fuerza.
  2. f. Conjunto de aparatos combinados para recibir cierta forma de energía y transformarla en otra más adecuada, o para producir un efecto determinado.
  3. f. Agregado de diversas partes ordenadas entre sí y dirigidas a la formación de un todo.

Como ven, máquina puede ser cualquier cosa, pero se sobreentiende que fue originalmente construida y que tiene un objetivo, es decir, hace algo. Sin embargo, el tipo de máquinas que nos interesan son aquellas con las que sea posible o necesario interactuar y es en esa interacción que nos centraremos.

Los seres humanos tenemos varios canales –a falta de un término adecuado usaré “canales”- de interacción con la realidad que nos rodea. Esta realidad incluye objetos animados, como tu pareja, la mascota de la vecina y el cedro del parque, así como inanimados, como el vaso de agua del que estás tomando, el ratón de la computadora y uno de los ladrillos de los que está hecha la casa de tu abuela.

Ahora bien, respecto a los canales, es fácil comprender que los canales de “entrada” son primordialmente los sentidos y existe un consenso general en aceptar al menos la existencia de cinco de ellos (quizá una viñeta interesante más adelante sea sobre “Otros Sentidos”, ¿no?), vista, oído, olfato, gusto y tacto.

Un breve paréntesis histórico. En 1972, dos profesionales de áreas aparentemente disímiles, informática (en realidad Ingeniería de Sistemas) y la lingüística (y de hecho psicología) se conocieron en la Universidad de California en Santa Cruz, y en sus tertulias se maravillaron del éxito que distintas escuelas de psicoterapia tenían en el tratamiento de pacientes empleando herramientas y técnicas muy distintas. Específicamente se enfocaron en Milton Erickson, padre de la Hipnosis Ericksoniana; Virginia Satir, madre del enfoque sistémico de pareja y familia; y Frederik Perl –también conocido como Fritz Perl-, padre de la Psicología Gestalt. Los tres compartían algo en común: un éxito casi milagroso que rayaba en lo mágico.

Los dos profesionales que iniciaron este estudio fueron John Grinder, psicólogo y lingüista, y Richard Bandler, Ingeniero de Sistemas. Ambos se embarcaron en la tarea de identificar los factores comunes de la estrategia de psicoterapia de Ericsson, Satir y Perl e intentar establecer los patrones que definieran la estructura de la magia. Oh! Ese fue le título de los dos libros que publicaron, “La Estructura de la Magia I” y “La Estructura de la Magia II”.

De cualquier forma, Bandler y Grinder establecieron las bases de lo que años después fue la Programación Neurolingüíntisca (PNL). A estas alturas el lector debe estarse preguntando cómo demonios llegamos aquí, pues bien, la PNL hereda su nombre del hecho de que interactuamos con el mundo a través de los cinco sentidos, es decir, captamos los datos “crudos de la realidad”, otorgamos significado a estos datos y reaccionamos según las pautas que nuestro aprendizaje nos dicta.

Este proceso de otorgar significado a los datos crudos representa un área de oportunidad extraordinaria para procesos avanzados de interacción entre el hombre y la máquina. En la actualidad las interfaces se limitan exclusivamente a la captación de señales provenientes de la máquina vía los sentidos y posteriormente la posible afectación del estado de la máquina mediante los efectores tradicionales (músculos de las extremidades, voz, etc.).

Por supuesto, mi posición ante el tema de la percepción es evidentemente muy neurofisioógica y vale la pena mencionar que han existido otras tendencias:

[ tendencias ]

En algún lugar del mañana, las señales provenientes de las máquinas llegarán directamente al córtex.


Amari-yo